Mostrando entradas con la etiqueta inteligencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta inteligencia. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de abril de 2022

EL VALOR DEL CONOCIMIENTO

 


EL VALOR DEL CONOCIMIENTO


“A medida que más sabemos menos sabemos

Cristina Peri Rossi

  Me pasé parte de la mañana ante la TV 24 horas, viendo la entrega del premio Cervantes otorgado  a Cristina Peri Rossi. Discursos del Ministro de Cultura y Deporte, de la premiada y, por último, del Rey.

El  valiente discurso de Cristina Peri Rossi,  escrito por ella misma y leído por la actriz Cecilia Roth, ya que ella no ha podido asistir a la entrega por estar enferma, encaja con la descripción que el Rey,  en su discurso,  ha hecho  de ella: 

"Se ha considerado a sí misma «una trapecista que salta sin red». Comprometida con su obra, con la condición de la mujer, ha sido –y sigue siendo– una voz en defensa de los vulnerables y a favor de la igualdad, la justicia, la libertad y la democracia." (Casi nada, dería yo.)) 

 Me da la impresión de que Cristina Peri es de  las que aborda su comunicación con los demás de forma directa y espontánea, sin falsedades ni disimulos. No trata de echar balones fuera y se implica y compromete con su entorno: en definitiva,  desarrolla un índice de autenticidad superior a la media de los demás mortales. Todo esto hace de ella una buena comunicadora.  En el mismo discurso también afirmó que:  

 “Leyendo libros, ya sean de Luis Cernuda o de César Vallejo, confirmé lo que me decía mi madre: a medida que más sabemos menos sabemos, por eso la virtud cardinal es la humildad." (El resaltado en negrita es mío)

Discurso de Cristina Peri Rossi, premio Cervantes 2021

https://www.rtve.es/noticias/20220422/discurso-cristina-peri-rossi-premio-cervantes-2021/2336800.shtml

 

Esta frase, a mi juicio, refleja la valentía, los profundos conocimientos y la intensa vida de Cristina Peri Rossi. Es otra forma de decir, aquello tan famoso de Sócrates, considerado el hombre más sabio de la Grecia de entonces: “solo sé que no sé nada”.  Hay que saber mucho para ser conscientes de lo mucho que ignoramos, de nuestras limitaciones y puntos débiles,  y de ser capaces de reconocerlo ante los demás. Sin duda la humildad es la mejor actitud que podemos adoptar para la adquisición de nuevos conocimientos, en mi opinión,  lo más valioso que un ser humano  pueda  adquirir en la vida.

Imaginemos que pudiéramos poner en el  platillo de una balanza el conocimiento de todos y cada uno los humanos del planeta tierra,  y, en el otro platillo,  todo lo que ignoramos todos y cada uno de los mismos habitantes; con un análisis, medianamente objetivo,  se nos podía aplicar  a todos y a cada uno de nosotros, el siguiente enunciado: 'tiene una gota de conocimiento en un mar de ignorancia'.

Tiene toda la razón Cristina Peri cuando dice que  “por eso la virtud cardinal es la humildad”. Sin duda la humildad, el ser conscientes de lo mucho que ignoramos por mucho que sepamos, es la levadura en la que fermenta y crece el conocimiento, el cual huye, espantado,  del “sabelotodo” que desprecia y no es receptivo a todo aquello que no coincide con sus propios criterios. Con actitudes como estas la atrofia neuronal está garantizada. Por lo contrario, el conocimiento de nuestras limitaciones y debilidades,  y la capacidad de reconocerlas; el conocimiento, también,  de nuestras fortalezas y cualidades compartiéndolas con los demás, nos lleva directamente a crecimiento personal.  

El conocimiento ha estado limitado durante mucho tiempo a determinados círculos sociales. Afortunadamente hoy está al acceso de la mayoría de las personas. Digamos que  se ha democratizado, si bien es cierto,  que sigue habiendo espacios a los que no todo el mundo puede acceder.

“A nuestro tiempo ha llegado en forma escrita o grabada solo una ínfima parte de la sabiduría y de la belleza que el ser humano ha desarrollado a lo largo de la historia. Todo ese acervo de cultura, que se ha perdido, constituye un gran libro cuyas páginas las pasa la brisa o el viento. Su lectura solo está al alcance de algunos seres privilegiados.”

Libro de aire

MANUEL VICENT

24 ABRIL 2022

https://elpais.com/opinion/2022-04-24/libro-de-aire.html

 

Nunca, en la historia de la humanidad,  ha habido tantas oportunidades de acceder al saber; nunca ha habido tantas personas en las escuelas, institutos y universidades.

A “Libro de aire” del que nos habla Manuel Vicent en su columna del País de hoy, pretendemos  acceder a través del teclado de nuestro ordenador o  dándole una orden verbal a nuestro teléfono para que busque en Google la respuesta a la pregunta que le hacemos. ¿Pueden estas formas de llegar al conocimiento , suplir al acumulado en el intangible "Libro de aire" del que nos habla Vicent?

"A nuestro tiempo ha llegado en forma escrita o grabada solo una ínfima parte de la sabiduría y de la belleza que el ser humano ha desarrollado a lo largo de la historia. Todo ese acervo de cultura, que se ha perdido, constituye un gran libro cuyas páginas las pasa la brisa o el viento." Manuel Vicent

Entre la correspondencia mantenida entre Alejandro Magno y Aristóteles,  en una de las cartas,  Alejandro Magno le reprocha a Aristóteles el haber publicado sus escritos esotéricos:

 “¿En qué nos vamos a diferenciar de los demás si cada uno de los libros de los que hemos aprendido van a ser públicos para todos? Yo, en verdad, preferiría sobresalir por el conocimiento y la práctica de las cosas excelentes a sobresalir por mi poder.”

Le contesta Aristóteles:

 “Me has escrito a propósito de los libros acromáticos, en la creencia de que es necesario que los guardemos en secreto. Pues bien, has de saber que estos están publicados como no lo están, pues solo son inteligibles para aquellos que nos han escuchado.”

Una prueba palpable de que Aristóteles tenía razón se muestra cada día en las  redes sociales actuales y, sobre todo, en   los comentarios  de los lectores en los  periódicos digitales. La mayoría de participantes, esconden su verdadero nombre bajo un seudónimo que   no permite al lector saber  quién es el autor del comentario.  Hay para todos los gustos pero  abundan, a mi juicio, muy poco las opiniones argumentadas, signo inequívoco del   conocimiento que tiene alguien  sobre el tema del que esta hablando. Sí proliferan  otras formas de expresarse, destacando entre ellas los chismes y los cotilleos.  Con menor frecuencia, a veces también aparece  la ironía. En general,  los chismes van directamente a atacar la reputación de alguien; el cotilleo sirve para coaccionar (lo que Marcuse llamaba la “Tolerancia represiva”) al que se desvía de la norma grupal o convencional y que puede terminar,  dentro de los esquemas actuales de lo “políticamente correcto”,   en  “cancelación” . La ironía, ya es otro nivel: pretender decir lo contrario de lo que se quiere que los demás entiendan, ya requiera de unos recursos cognitivos elevados que no están a la altura de cualquiera. 

Ante el desolador panorama actual,  cabe plantearse la siguientes cuestiones: 

La primera hace referencia a la actitud  que debemos mantener ante los abundantes chismes y  'cotilleos'. que no solamente no aportan absolutamente nada positivo, sino que se centran en la anécdota obviando los contenidos y haciendo el papel de la 'tinta de calamar' que oscurece el entorno para camuflar lo realmente esencial. 

“El gran enemigo del lenguaje es la falta de sinceridad. Cuando hay una brecha entre los objetivos reales y los declarados, se emplean casi instintivamente palabras largas y modismos desgastados, como un calamar que suelta tinta para ocultarse”. George Orwell

El lenguaje siempre es un acto intencional, nos comunicamos con una intención previa. Cuando dicha intención consiste en poner de relieve, lo más fidelignamente posible, la realidad objetiva y verídica,  nos lleva a unos resultados. Cuando dicha intención consiste en  camuflar la verdad, mentir, engañar, los resultados son otros y muy distintos de los primeros. En el primer caso hablaríamos de algo noble, objetivo y congruente. Despierta en nosotros interés y respeto.  En el segundo caso nos referiríamos a algo indigno, deshonroso e ignominioso. Despierta en nosotros rechazo y desconfianza.

LA CORROSIÓN  DEL LENGUAJE

https://neuroforma.blogspot.com/2017/01/la-corrosion-lenguaje-sinconciencia.html


¿En qué medida debemos ser tolerantes? 

La primera cuestión a abordar tal vez pasaría por afirmar que practicar la tolerancia ante situaciones como la descrita, fabricadas muchas veces con  mentiras, engaños y  exabruptos, con el fin de camuflar la verdad,solo puede conducir a incrementar el ritmo de denigración de la sociedad. Según nos decía Marcuse, la tolerancia deja se ser tal 

 “cuando su doctrina racional ya no prevalece, cuando se administra la tolerancia a individuos controlados y adoctrinados que a la manera de papagayos repiten, como si fueran propias, las opiniones de sus amos, para los cuales la heteronomía se convirtió en autonomía”.

Tolerancia represiva”, en R. P. Wolff, H. Marcuse y B. Moore, Crítica de la tolerancia pura, Madrid, Editora Nacional, 1977.p 84

 A mi juicio, nunca como en la actualidad estuvo tan extendida la 'pedagogía del loro de repetición'. Aplicar aquí un programa de  intolerancia preventiva, podría ser un primer paso.

 CARROÑA INFORMATIVA

https://neuroforma.blogspot.com/2020/06/carrona-informativa.html


Segunda cuestión a plantearse: 

en el supuesto de que pudiéramos hacer hoy tangible y  pasar página a página, con el dedo, del  “Libro de aire”, 

¿Sabríamos interpretar y  valorar la información contenida en el mismo?

Ante el reproche que le hace Alejandro Magno a Aristóteles, este último le recuerda que la información no vale para nada bueno (sí para algo muy malo) si no se sabe interpretarla. Yo creo que también Aristóteles le manda otro mensaje,  en el sentido de que no es suficiente leer si no se sabe interpretar correctamente lo que se lee; que es necesario “haber escuchado” y no a cualquiera, sino a alguien sabio como el mismo Aristóteles.


El ansia de un saber profundo, es la característica más relevante de todas las sociedades prósperas. Juanjo Lamelas nos dice en su libro de divulgación científica titulado ¿Por qué caen las manzanas?, publicado por Ediciones Atlantis, que en la Biblioteca de Alejandría, en sus mejores momentos, pudo llegar a haber más de un millón de papiros: “Emisarios reales viajaban a los confines del mundo para copiar o comprar bibliotecas enteras. Incluso barcos que llegaban a puerto eran registrados meticulosamente no en busca de oro, sino de libros, los cuales, después de ser copiados y clasificados eran devueltos a sus dueños”.

Alejandro Magno priorizaba el conocimiento sobre el poder. 

El priorizar algo  es darle más importancia que a otras actividades.  Por eso  buscaba el saber y era receptivo, abierto y absorbente de todo conocimiento. Otra de la variables en la priorizacion, además de la importancia,  es la urgencia. Nunca, una tarea importante,  debemos dejar que alcance el grado de urgencia pues en este caso no la abordaríamos con la rigurosidad suficiente.

El panorama antes descrito de los comentarios de la mayoría de los periódicos digitales, nos indican que se hace urgente incrementar nuestros conocimientos. Por otro lado,  este tipo de tarea debe realizarse sin las prisas que generan un dañino estrés que no permitiría abordarla con la suficiente rigurosidad.

 ¿Cómo podemos resolver tal dilema? 

El primer paso, a la hora de tratar de resolver un problema, es el "darse cuenta" tomar conciencia y ser conscientes, de nuestra SITUACIÓN ACTUAL. 

El segundo paso, es el clarificar y objetivar la SITUACIÓN DESEADA,  a la que  queremos llegar. 

 

“Inteligente es aquel que cada vez que desea aprender toma una intensa conciencia de su ignorancia.”  Joaquín Lorente




¿Qué grado de urgencia y que grado de importancia tiene para ti adquirir CONOCIMIENTOS?

El CONOCIMIENTO  se ha convertido en el principal recurso generador de PROGRESO  SOCIAL Y PERSONAL



domingo, 12 de marzo de 2017

CONSTRUYÉNDOTE 2 : PENSAMIENTO CRÍTICO

Construyéndote (2)
Aplicación práctica del PENSAMIENTO CRÍTICO

Nosotros ganamos porque contratamos a la gente más inteligente. Mejoramos los productos a base de pensar en ellos hasta que son los mejores. Todos los años nos retiramos uno días para ponernos a pensar adónde va el mundo
                                                                                          Bill Gates. Microsoft

 PensándoTE  

Es un hecho evidente que los animales siguen en el mismo estado primitivo que tenían  hace miles de años. Nosotros, los humanos,  nos hemos desarrollado y perfeccionado a nosotros mismos,   hemos desarrollado la ciencia, la tecnología. Creamos  cosas tan grandiosas como La Declaración Universal de los Derechos Humanos;  los europeos,  el Estado de Bienestar (lo mejor que el hombre se ha dado a sí mismo); la Democracia.
Lo hemos hecho gracias a nuestra capacidad de pensar. Con  esta capacidad hemos vencido, modificado y salvado muchas  circunstancias y hemos podido progresar y  evolucionar. Nuestra capacidad pensante nos dio una ventaja evolutiva que no les fue dada a los animales.

El pensar,  como tremenda capacidad transformadora de los individuos considerados uno a uno y de la sociedad en su conjunto, no hay que comprarlo, nos viene dado y otorgado por el hecho de nacer, a los  humanos. Traemos en origen, debajo de nuestro cuero cabelludo, una capa (neo córtex)  que es la que genera eso tan distintivo e único de los humanos: pensar.

Aunque nuestro cerebro tiene la misma organización y los mismos tipos de neurotransmisores (mensajeros químicos entre neuronas) que los cerebros de los mamíferos, nuestra corteza es mucho mayor que la de cualquier otra especie. Constituye un 80 % del cerebro humano. La corteza es lo que nos hace humanos.

Todos los humanos pensamos. Unos mejor, otros peor. Unos más, otros menos. Pero, todos pensamos. Si lo anterior es cierto, también lo es que nuestro pensar tiene muchos defectos: prejuicios, distorsiones, parcialidades, confusiones, arbitrariedad…

Si es cierto que creamos grandiosas cosas, también es cierto que generamos grandes desastres, verdaderas barbaries que ningún otro animal es capaz de generar. Tanto las grandiosas cosas como las verdaderas barbaries, son fruto de nuestro pensar. A veces pensamos bien y otras veces pensamos mal. Los resultados y las consecuencias de pensar bien son totalmente diferentes de los resultados y consecuencias de pensar mal.


Los  defectos en el pensar,  nos llevan, a veces, a no saber distinguir la verdad de su contrario, la falsedad, lo cual  da como resultado que  emitamos juicios falsos creyéndolos verdaderos. Se nos pasa por alto  que solamente la verdad de las premisas lleva a la verdad de la conclusión (“validez deductiva”) y a la emisión de juicios verdaderos. Si hablamos de razonamiento  inductivo, si las conclusiones presentan un grado de probabilidad determinado (“fuerza inductiva”).   Otras veces confundimos los hechos con las opiniones. Esto da como resultado que nos lancemos a hacer afirmaciones basadas en opiniones que pretenden  convertirse en hechos. De nuevo se nos pasa por alto, que  los hechos deben dar lugar a las opiniones; las opiniones no dan lugar a los hechos. Otras veces, desde un estado de  ignorancia (ausencia de conocimientos con respecto a algo) emitimos juicios  bajo la etiqueta de certeza (afirmar algo sin temor a equivocarse) lo cual da como resultado el  error, tomando lo verdadero como falso y lo falso como verdadero.

Los errores y los sesgos en el razonamiento aparecen cuando nos saltamos las reglas de la lógica,  las cuales, en el razonamiento deductivo,  nos permiten saber si a partir de unas premisas podemos inferir unas conclusiones válidas o inválidas.  Si hablamos de razonamiento inductivo, no tenemos en cuenta el teorema de Bayes, el cual nos permite obtener la probabilidad de una conclusión ante un conjunto posible de conclusiones alternativas (“fuerza inductiva”).  En la práctica, razonamos sin tener en cuenta nada de esto. [1] 

No me extiendo más en nuestros defectos en el pensar. Creo que ya es suficiente y no quiero bajarle la autoestima a nadie. Ejemplos prácticos los tenemos todos los días, y no tan solo en las tertulias televisivas, sino en nuestras propias discusiones con amigos, en las charlas interpersonales, en las reuniones de las empresas… Todos podemos recordar ejemplos  claros de “diálogos de besugo” que están a la  orden del día. También hay gran afición  al “onanismo mental” puesto de manifiesto en algunas reuniones realizadas en entornos laborales y de otras índoles.

¿Qué piensas sobre tu propio pensar?

Las preguntas a plantearse son: 
¿Podemos mejorar nuestro pensar? ¿Qué ganaríamos con ello? ¿Nos ayudaría a mejorar nuestra vida?

Las respuestas a estas preguntas puede ayudarnos a restablecer la autoestima perdida en la exposición de los defectos: Sin duda podemos mejorar, y mucho,  nuestra forma de pensar. Nos viene dada de origen, según decíamos anteriormente, pero tenemos mucho que mejorarla y perfeccionarla. 
Los dos grandes recursos que utiliza el pensamiento crítico en su proceso de elaboración de posturas lógicas, razonadas y justificadas, son los conocimientos y la inteligencia. Nadie duda que los conocimientos que tenemos en nuestra mente los estamos mejorando todos los días. Si no lo hacemos así, en poco tiempo quedamos desfasados y no entendemos el mundo. También es mejorable  la  inteligencia,  la cual se puede incrementar a partir de la experiencia, es decir, del pensar, de la reflexión. Solo tenemos experiencia de las cosas que hemos reflexionado. 

 “Si piensas un poco en un ser humano, te das cuenta de que su mente no está sólo en el cerebro, sino en la biblioteca, el ordenador, los amigos y todas las herramientas para pensar que ha adquirido a lo largo de su vida. Si se despoja a una persona de estas herramientas, se queda indefensa”.
Daniel Denté,
 Director del  Centro para estudios Cognitivos de la Universidad de Tufts.


Refiriéndonos a los conocimientos, todos somos conscientes de la velocidad a la que evolucionan. Si nos situamos en el año uno de la era de Cristo, se necesitaron 1700 años para duplicar el conocimiento y el acervo tecnológico que entonces había. Ocurrió esto en el año 1700. Después del año 1700 de nuevo se duplicó el conocimiento en el año 1850, es decir, en esta segunda ocasión ya no se necesitaron 1700 años, sino tan sólo 150 años. La tercera ocasión en la que se duplicó el conocimiento, fue en el año 1925 (se necesitaron 75 años). La cuarta vez ocurrió en el año 1975 (después de 10 años desde la última vez que se había duplicado el conocimiento). [2]Todo parece indicar, que actualmente se necesitan menos de cuatro años para que se dupliquen los conocimientos.

Ante esto  muchos tienen la impresión de que necesitamos dotarnos de nuevos modelos mentales, generar programas mentales más adecuados para abordar los tiempos actuales y no quedar descolgados.  Estas mismas personas se preguntan. ¿Existen esos modelos?

          “Se han descubierto más cosas sobre el cerebro en las dos últimas                     décadas, que en los últimos dos millones de años”Rober Sperry
 El neurólogo Richard Restak, nos habla de un nuevo cerebro:
 “El cerebro humano, antes un órgano misterioso, fascinante, desconocido…se presenta ahora ante nosotros bajo una nueva luz. La tecnología y la biología se unen para influir en su evolución, tanto que ya se empieza a hablar de un “nuevo cerebro”
Así empieza la portada del libro de este autor titulado “Nuestro nuevo cerebro” y editado por Urano.


¿Nos estamos aprovechando realmente de estos nuevos conocimientos?

Una cosa es nuestro nivel de inteligencia (CI), y otra es como  utilizamos la inteligencia que tenemos. Normalmente, la diferencia entre las personas no la marca el grado de inteligencia que tienen sino el cómo  utilizan la que poseen. No te sirve de nada que tengas un destornillador o un ordenador si no sabes cómo utilizarlo.

 “Conocer  el funcionamiento de nuestro  cerebro puede permitirnos  entender y mejorar nuestras vidas” [3]


¿Te ocupas en actualizar tu  software cerebral?


SintiéndoTE

Visión de helicóptero de tu realidad:

¿Qué sueles sentir?

En un día típico y representativo de tu vida, ¿que sientes con más frecuencia: miedo, desilusión, preocupaciones, temores…? ¿O más bien sientes optimismo, ilusión, entusiasmo, esperanza...? Una forma de sentir te lleva al fracaso y a la frustración, mientras que la otra te lleva al logro y al éxito

¿Qué hace que sientas lo que sientes?

Sea lo que sea lo que sientes, ello no es debido a la realidad que te toca vivir, a las circunstancias,  sino tu percepción, a lo que piensas, a las ideas que tienes en tu mente acerca de esa realidad, de esas circunstancias. Es por esta razón, que dos realidades objetivas, vividas por dos personas diferentes, lleva a una a sentir sobre todo emociones positivas mientras que la otra siente emociones negativas. Lo que marca la diferencia no es la realidad, sino tu pensamiento. Deshazte de estos pensamientos, cámbialos por otros y cambiará tu realidad.

Esto, dicho así,  puede parecer un mensaje salido del optimismo de pandereta, que nada tiene que ver con el optimismo funcional que preconizamos desde este foro. Si el primero se olvidaría de la realidad, este segundo, te llevará a cambiar la realidad por ti mismo, operando en ella, no desde la vulnerabilidad de estados debilitadores, sino desde la fortaleza de estados potenciadores, los cuales puedes crear tú mismo percibiendo, pensando de forma inteligente. Enfrentándote a la realidad con tus mejores recursos y en tu mejor estado.


Hay todo un debate acerca de que es lo primero, el pensamiento o el sentimiento. La  cuestión  podemos resolverla diciendo que el pensar, sentir y actuar van juntos, forman un todo en un esquema de causa-efecto.
Somos lo que pensamos y si aprendemos a controlar nuestros pensamientos, también controlamos nuestros sentimientos. El sentimiento es una  reacción física a un pensamiento. Cada emoción tiene un correlato fisiológico.   Cambiando tu percepción y cambiaran tus emociones.

“Jilly Ccoper, famoso novelista, escribió una vez un artículo en un periódico en el que decía que para saber  si un marido tenía una amante había que mirar el largo de la corbata cuando salía de casa después de desayunar y cuando volvía por la noche. Un día un caballero volvió a casa con la corbata mucho más corta que cuando se fue por la mañana. Su mujer inició una discusión acusándole de estar viéndose con otra mujer.

“Cariño, he ido a jugar al squash” contestó él. Hay que quitarse la corbata para jugar. La precepción de la mujer cambió y con ella sus emociones.” [4]

Nuestros pensamientos son determinantes en nuestro sentir y en nuestro  hacer. En este mismo Blog, en el post titulado: La CADENA PSA como fuente de nuestros RECURSOS 1, decíamos que primero pensamos y que en función del tipo de pensamientos que tengamos, generamos unos estados  que nos van a facilitar mucho una actuación eficaz o, por lo contrario, nos la van a dificultar o incluso impedir actuar eficazmente.

La manera en que cada persona ve su propio intelecto influye mucho en las dificultades o facilidades  que le surgen a la hora de funcionar. Si alguien se ve a sí mismo como inteligente y otros apoyan su creencia, se le incrementan considerablemente las probabilidades de desarrollar el potencial de su cerebro. Un experimento realizado hace muchos años (1968),  por Richard Rosenthal y Leonore  Jacobson así lo confirma.  De ahí nació el “Efecto Pigmalión” y la “Profecía auto cumplida” que tanto se utilizaron como argumentos en infinidad de cursos de desarrollo personal.

No es lo mismo sentirse bien que sentirse mal. El BIS: Bienestar Individual Subjetivo (lo que comúnmente llamamos felicidad) es muy importante. Las personas, los sitios, las situaciones, los definimos, básicamente, en función de cómo nos sintamos con, en o ante ellas.

¿Qué sientes como consecuencia de pensar sobre tu propio pensar?

ActuándoTE

Hay muchas formas de mejorar nuestro pensar [5], pero lo primero es echar mano de la Meta cognición. Es una de las características del pensamiento crítico: pensar acerca de nuestro propio pensar. Se trata de ser consciente de nuestro pensamiento cuando realizamos una tarea específica y luego, usar esta conciencia para controlar lo que estamos haciendo.

Cualquier profesional ya sea fontanero, electricista, etc.,  tiene muchas y diversas herramientas en su maletín de trabajo. Estas le facilitan el realizar,  con competencia,  una serie de tareas propias de su profesión. El  cerebro humano tiene también herramientas, programas mentales que usados solos o en combinación, nos permiten resolver mucho mejor todas las situaciones que se nos presentan en la vida.
No solo se necesita inteligencia para reconocer y mantener un programa mental, sino que su uso proporciona mayor inteligencia a quien piensa sobre cómo utilizarlo. Este “pensar sobre como pensamos” se llama Meta cognición, la forma de pensar de manera inteligente.

La meta cognición, la capacidad de salirnos de nosotros mismos y reflexionar sobre nosotros mismos, es una facultad que no tiene ningún otro animal de la escala filogenética. Nos dio a los humanos una ventaja evolutiva muy importante. También, es la que marca la diferencia entre las personas que saben resolver de forma conveniente las dificultades de la vida diaria de quienes no saben hacerlo.
   
Normalmente, cuando nos enfrentamos a una situación pensamos: “¿Qué hago a continuación?”. Pensar inteligentemente pasa por preguntarse, primero, ¿Qué pienso sobre lo que puedo hacer?, y segundo, ¿Qué hago a continuación?
    

Lo ideal es enfrentarse a una situación haciendo la siguiente pregunta:

     ¿Cómo puedo hacer, para pensar mejor sobre lo que podría pensar,  sobre lo que puedo hacer ante este problema, proyecto, objetivo o situación?
La pregunta, a primera vista, es un poco  enrevesada. No la rechaces por esto. ¡Piénsala!




Visión de helicóptero de tu hacer


La atención y la conciencia son los fundamentos sobre los que descansa nuestro entendimiento y comprensión del mundo.

Para tomar conciencia (darte cuenta) de tu actuación, para ser consciente de si estás actuando bien o mal en función del objetivo que persigas en una determinada situación, es bueno “elevarse”, coger perspectiva.  Si los árboles no te dejan ver el bosque… ¡ELÉVATE!

Aplicación práctica

Cada persona tenemos un “doble yo”: un yo actor, y un yo observador.

El yo actor actúa y ejecuta la conducta. El yo observador, observa, guía la actuación del yo actor. Proporciona información de la situación. El yo observador se “sube al helicóptero”, determina la distancia óptima, mira desde lo alto, ve las cosas con perspectiva y tomas conciencia, se da cuenta de cómo está actuando. Por eso puede guiar eficazmente al yo actor, el cual, enfrascado en la actuación no se da cuenta de muchas cosas significativas que están ocurriendo mientras el actúa. Se forma así una idea sistémica de la situación.

En la próxima reunión que tengas, o en la próxima situación a la que te enfrentes, tómate un momento y “sube al helicóptero”.




¿Cómo percibes tú el mundo?
¿Cómo utilizas tu atención en el mundo y llegas a ser consciente del mismo?
¿Cómo llegas a saber?

BIBLIOGRAFÍA


[1]GONZALEZ LABRA María José.: Introducción a la Psicología del Pensamiento. Editorial Trotta, Madrid 2001, p.105
 [2] CHINCHILLA Nuria.: Seminario  “La gestión del tiempo directivo”. IESE.
[3]RATEY John J.: El cerebro: manual de instrucciones. Mondadori S.L. Barcelona 2012
[4] DE BONO Edward.: ¡PIENSA! Antes de que sea demasiado tarde. Paidós Madrid 2011. P. 174
[5]LEWIS David y GREENE James.: El arte de pensar. Martinez Roca, Barcelona 1989